La mano invisible del BNDES

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CONVOCA

El financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) a los proyectos de las empresas brasileñas en América Latina fueron escudriñados por un grupo de 17 profesionales reunidos por la plataforma BRIO. Los periodistas indagaron sobre proyectos emblemáticos que el BNDES financió en Venezuela, Panamá, Bolivia, Ecuador y Argentina, así como las irregularidades en las que aparecen envueltas las empresas favoritas del banco en Perú. Todos estos casos enfrentan denuncias o investigaciones por presunta corrupción y han tenido serios problemas técnicos o impactos en las comunidades. La poca transparencia del banco en sus desembolsos es un cuestionamiento central en la investigación. Convoca fue parte de este esfuerzo colaborativo y profundizó en hechos hasta hoy no revelados sobre la carretera Interocéanica Sur y sus vínculos con dos de los mayores escándalos de corrupción de Brasil: “Castillo de Arena” y “Lava Jato”.

Por Brio Watchdog

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil está hoy en boca de todos, aun cuando escasa gente conozca mucho sobre el mismo. En las protestas que llenaron las calles de Brasil, en el Congreso Nacional del país, en la selva amazónica peruana o en las tierras bajas de Bolivia, en Buenos Aires o en las reuniones de las más grandes compañías, el dinero con origen en uno de los financiadores más importantes del mundo está bajo la lupa. Todos quieren saber qué pasa con esos recursos provenientes de los contribuyentes brasileños y que son utilizados para financiar diversos proyectos en otros países.

Para echar luz sobre este tema, BRIO invitó a un equipo de 17 profesionales – incluyendo periodistas, fotógrafos, especialistas en infografía y cineastas – de Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, países en los cuales fue posible acceder a documentos e información de interés público a pesar de una instalada cultura del secreto sobre ello. Ingenieros, abogados, diplomáticos, economistas, politólogos, antropólogos, entre otros, fueron invitados para analizar la información obtenida. Y un equipo de filmación viajó más de 9000 kilómetros para registrar la labor de los periodistas y especialistas.

En las páginas siguientes, se presentan los resultados divididos en seis capítulos, uno por cada país. El primer hallazgo: algunos de los proyectos financiados por el banco brasileño en América Latina siguen, por sobre todo, criterios políticos, pero sin considerar estudios sobre costos e impactos sociales y ambientales. Conforme consta de un documento de Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) al respecto, obtenido por BRIO mediante la Ley de Acceso a la Información, se indica en el mismo que: “Convendría revisarse cuidadosamente el criterio para la aprobación de los financiamientos.”

En Argentina, el BNDES financió el 85% de la adquisición de 20 aviones de la empresa brasileña Embraer por parte de Austral, una subsidiaria de Aerolíneas Argentinas. Se trató de un negocio de más de US$ 700 millones. El problema es que, incluso antes de la suscripción del contrato, funcionarios del gobierno argentino presentaron indicios de sobreprecios. Algunos pilotos llegaron a reunirse con el entonces ministro de planeamiento para presentar algunas planillas de costos. Escucharon como escueta respuesta: “Es un acuerdo entre Lula [Da Silva] y Cristina [Kirchner]”.

Actualmente, el contrato es investigado por sospechas de sobrefacturación por la Justicia argentina, el FBI y el Departamento de Estado norteamericano. Según los investigadores, una empresa de consultoría fue usada para recibir soborno. Al respecto, existen sospechas de pagos realizados en Brasil. Como prueban documentos revelados por BRIO, también hay indicios de soborno a un ex ministro de transportes y a un asesor informal del gobierno argentino. Fue este asesor fantasma, que nunca fue oficialmente nombrado para ningún cargo ni función en el gobierno rioplatense, quien negoció con el BNDES.

Cuando los intereses políticos – importantes en la definición de prioridades – no tienen en cuenta los criterios técnicos, los financiamientos del BNDES entran en controversia y son objeto de polémica.

Por su parte, en Venezuela, BRIO descubrió que el gobierno brasileño negoció la modificación de una ley local para garantizar el incremento de la deuda y de los financiamientos. Como dejó asentado un funcionario brasileño en documento que ahora se hace público: “Las empresas reconocen que, para la realización de esas inversiones, ha sido fundamental el buen momento que se atraviesa en el plano político bilateral, impulsado por la estrecha relación entre los presidentes”.

Considerada fundamental para resolver la crisis de transportes en la capital venezolana, la línea 5 tuvo su presupuesto triplicado desde su valor inicial y está seis años atrasada.

No se trata de demonizar la política, necesaria en la definición de proyectos y de políticas públicas. Sin perjuicio de ello, reglas claras y transparentes son necesarias justamente para que criterios técnicos sean seguidos en la asignación de los recursos.

Como definen los politólogos Gretchen Helmke y Steven Levitsky: Instituciones son las reglas y procedimientos que estructuran la interacción social mientras constriñen y habilitan el comportamiento de los actores. Estas instituciones pueden ser formales, basadas en documentos escritos o leyes, o informales, creando así comportamientos no oficiales. En América Latina es común que instituciones informales se superpongan a las formales. Este parece ser el caso de los proyectos financiados por el BNDES.

Proyectos financiados con dinero brasileño también generaron crisis diplomáticas y han afectado la imagen de las compañías nacionales. Es muy conocida la historia de como el gobierno de Ecuador expulsó a la constructora Odebrecht y abrió una disputa jurídica contra el BNDES en una corte internacional por causa de los problemas en una represa hidroeléctrica financiada por la entidad bancaria. Lo que no se sabía era cómo todo eso se resolvió esa historia.

Después de un pago de millones de dólares por parte de la compañía, un acuerdo fue firmado para que todas las investigaciones involucrando a directores brasileños fueran archivadas, así como el caso involucrando al BNDES en la corte arbitral. Los documentos revelados por primera vez en esta investigación muestran cómo ello tuvo lugar. En este caso, dinero privado fue utilizado para ayudar al BNDES. La constructora, una de las mayores beneficiarias de los desembolsos del banco, exigió el fin de la disputa entre el país andino y el BNDES como una de las condiciones para realizar el millonario pago.

Finalmente, se debe resaltar que la población más vulnerable es precisamente la más afectada por esta problemática. En Ecuador, miles de familias se quedaron sin agua y vieron como sus habituales actividades económicas  desaparecían. En Bolivia, los indios que se opusieron al proyecto de una carretera financiado por  Brasil – que contradecía la Constitución Nacional – fueron agredidos por la policía en un evento sin precedentes en la presidencia de Evo Morales.

Por su parte, en Perú, las organizaciones de la sociedad civil en Perú denunciaron falta de transparencia en las negociaciones con las constructoras brasileñas favoritas del BNDES que ganaron la concesión de la carretera Interoceánica Sur. Las obras de estas empresas fueron manejadas en medio de sospechas de soborno en Brasil y regalos a políticos en Perú. Pocas horas antes del cierre de esta publicación, el BNDES aseguró que no hizo desembolsos para el proyecto, sólo para otros.

El hecho es que los desembolsos del banco formaron parte de una estrategia del gobierno federal, iniciada durante el mandato del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003- 2010). Entre los años 2001 y 2010 hubo un salto en el financiamiento del BNDES para compañías brasileñas operando en el exterior. De esta forma, al mismo tiempo que el gobierno apoyó la internacionalización de grandes compañías, tenía el objetivo de fortalecer los países de Sudamérica y su relación con el mundo a través de la creación de una infraestructura más eficiente. Todos los negocios que se revisaron en este proyecto fueron considerados estratégicos para Brasil y sus socios. Esta fue la teoría esgrimida. En las siguientes páginas, los lectores encontrarán una discusión sobre la práctica.

Una porción significativa de valores fue destinada a América Latina. Por lo menos 8.500 millones de dólares fueron distribuidos en la región desde el 2007, y ese número crece si se consideran los proyectos que han sido firmados, pero que aún no han sido pagados. Los proyectos traen dinero a Brasil, pero se sabe muy poco sobre ellos. La falta de transparencia y de reglas claras sobre cómo se usan los fondos crea problemas tanto dentro como fuera del país. El banco no revela el valor exacto de los proyectos, dificultando el monitoreo de los mismos por parte de la sociedad.

Un mayor grado de transparencia puede ayudar a mejorar la imagen de las empresas brasileñas y del BNDES, afectada en los últimos años en América Latina, lo que abrió espacio para la competencia, especialmente de origen china.  El economista Dante Sica, el experto en Brasil más reconocido de Argentina afirma: “Nuestro error más grande como países es que nos enfrentamos al ascenso de China de forma separada y con agendas individuales, y esto también debe ser un tema de debate.” China le acaba de conceder al gobierno ecuatoriano un préstamo por U$S 250 millones para comprar 300.000 cocinas. En Bolivia, por su parte, China ahora financiará la misma carretera que llevó a la crisis con Brasil citada arriba.

El pasado 2 de junio, el BNDES comenzó a divulgar datos sobre los financiamientos realizados en el exterior. A partir de ahora, habrá informaciones sobre los proyectos, valores involucrados, garantías y duración de la operación hasta su pago. La decisión coincide con esta investigación, iniciada por BRIO el 26/03/2013. Expresa el pedido hecho en aquella fecha, por medio de la Ley de Acceso a la información: “Se solicita copia o acceso a la tabla de financiamientos para exportación entre 2006 y 2013, separado por país de destino, empresa que recibió el financiamiento, valor del mismo, año de la suscripción del contrato y proyecto financiado”. Las informaciones divulgadas ahora son muy semejantes a las que habían sido solicitadas.

Durante estos dos años, el BNDES y el gobierno brasileño se esforzaron por mantener las informaciones en su estado de confidencialidad, aunque técnicos de la propia administración defendiesen la divulgación de los datos. Alegaban éstos que el dinero utilizado es público y, por lo tanto, el acceso a dichos datos se encuentra garantizado por la Constitución Federal (nada muy diferente de lo que ocurre en los Estados Unidos, por ejemplo, según el documento). A pesar de ello, un grupo de los principales ministros del gobierno Dilma Rousseff (como Casa Civil y Justicia) se reunió para asegurar el secreto de las operaciones. Siete ministros firmaron el documento.

El paso dado por el BNDES es loable e importante. No todos los datos fueron divulgados, pero el banco se propone actualizar las informaciones. Igualmente, todavía existen dudas. Datos publicados por la entidad bancaria divergían de los  financiamientos informados oficialmente por el gobierno venezolano, por ejemplo. Es el caso de la línea 5 del metro de Caracas, investigada en el presente trabajo. La diferencia entre los valores oficiales de la operación divulgados por Brasil y por el país vecino orillaba los US$ 150 millones. El BNDES alteró la información en su site.

Coordinado por Fernando Mello, cofundador de BRIO, Matheus Leitão, y en la parte de vídeos, por Olé Produções. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Open Society. Para saber más sobre los profesionales involucrados haga click aquí. Para conocer todos los resultados de la investigación, la historia comienza a continuación. Basta registrarse en el site en este enlace http://goo.gl/DMtmXL.